sábado, 16 de agosto de 2014

Comparando tapas de diarios.

"El poder defiende al poder, dentro y fuera de los países. En la tapa de los diarios, en cada artículo, en los zócalos colorinches de sus noticieros, en los libros que hacen esribir a sus esbirros y que ellos mismos divulgan en sus librerías, también invadidas, y en la cultura de la desemejanza entre las naciones y entre los habitantes de cada una, allí está la fundamentación de sus derechos adquiridos e innegociables". Víctor Hugo Morales: Adiencia con el Diablo.
Las tapas buitre... son de manual. 

miércoles, 13 de agosto de 2014

si la historia la escriben los que ganan, eso quiere decir que hay otra historia


Paraguay era una nación sin deuda externa, con sus propios astilleros, sin analfabetismo, segun palabras de  Raúl Scalabrini Ortíz, hasta que una alianza de países (Argentina-Brasil-Uruguay, "patrocinados" por Gran Bretaña) llevó guerra contra ellos. La guerra de la TRIPLE INFAMIA que no sólo destruyó la economía paraguaya sino que diezmó su población y la redujo a mujeres, ancianos y niños. Simbólica reparación, necesario reconocimiento. Porque hay otra historia, la de los vencidos.
La realista visión de Carlos Guido Spano contrasta con la historia oficial de Mitre, el general presidente que prometió algo así como “en tres días en los cuarteles, en tres semanas en el campo de batalla y en tres meses en la Asunción”.  
NENIA
(Canción Fúnebre)

En idioma guaraní,
una joven paraguaya
tiernas endechas ensaya
cantando en el arpa así,
en idioma guaraní:

¡Llora, llora urutaú
en las ramas del yatay,
ya no existe el Paraguay
donde nací como tú ­
¡llora, llora urutaú!

¡En el dulce Lambaré
feliz era en mi cabaña;
vino la guerra y su saña
no ha dejado nada en pie
en el dulce Lambaré!

¡Padre, madre, hermanos! ¡Ay!
Todo en el mundo he perdido;
en mi corazón partido
sólo amargas penas hay ­
¡Padre, madre, hermanos! ¡Ay!

De un verde ubirapitá
mi novio que combatió
como un héroe en el Timbó,
al pie sepultado está
¡de un verde ubirapitá!

Rasgado el blanco tipoy
tengo en señal de mi duelo,
y en aquel sagrado suelo
de rodillas siempre estoy,
rasgado en blando tipoy.

Lo mataron los cambá
no pudiéndolo rendir;
él fue el último en salir
de Curuzú y Humaitá ­
¡Lo mataron los cambá!

¡Por qué, cielos, no morí
cuando me estrechó triunfante
entre sus brazos mi amante
después de Curupaití!
¡Por qué, cielos, no morí!...

¡Llora, llora, urutaú
en las ramas del yatay;
ya no existe el Paraguay
donde nací como tú-
¡Llora, llora, urutaú!

Un acto simbólico pero de justicia.